martes, 22 de marzo de 2016

La Pascua de Jesús y de Brochero


Retiro abierto de Semana Santa
La Pascua de Jesús y de Brochero




Durante la Semana Santa estaré dando un retiro abierto en la Casa de Ejercicios Espirituales de Villa Cura Brochero. Éste es el material que voy a utilizar. Lo publico en caso de que a alguien le pudiera servir.
¡Felices Pascuas!

Oración. Al comenzar el Triduo Pascual te pedimos, Señor, la gracia de poder acompañarte en tu Pasión y Muerte para poder resucitar con vos. Esta Pascua la queremos vivir en compañía y con la ayuda de tu amigo, el P. Brochero. Que María, tu Madre Purísima, nos enseñe a guardar y a vivir tu Palabra que es luz y vida. Amén.

Jueves Santo
Orando con Jesús y con Brochero
A rezar se aprende y Jesús es nuestro Maestro
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar.” (Lc 11, 1)

Rezamos en lo secreto y en la presencia de Dios
“Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.” (Mt 6, 6)

Con confianza
“… el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.” (Mt 6, 8)

“…el mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que sondea los corazones conoce el deseo del Espíritu y sabe que su intercesión en favor de los santos está de acuerdo con la voluntad divina.” (Rom 8, 26-27)

No rezamos solos
“También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.” (Mt 18, 19-20)
Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (Hech 1,14)

Rezamos como podemos
“No dejo ni dejaré aquellas cortitas oraciones que he hecho a Dios, a fin de que nos veamos juntos en el grupo de los Apóstoles de la Metrópolis celestial.” (Carta al Obispo de Santiago del Estero)

Sirviendo con Jesús y Brochero
Evangelio según San Juan (Jn 13, 1-5)
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin. Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que él había venido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.

“Yo bien comprendo que la carrera eclesiástica se toma para trabajar en bien de los prójimos hasta lo último de la vida, batallando con los enemigos del alma, como los leones que pelean echados cuando parados no pueden hacer la defensa.” (Carta del P. Brochero al Obispo Toro)

Brochero supo salir de la cueva del «yo-me-mi-conmigo-para mí» del egoísmo mezquino que todos tenemos, venciéndose a sí mismo, superando con la ayuda de Dios esas fuerzas interiores de las que el demonio se vale para encadenarnos a la comodidad, a buscar pasarla bien en el momento, a sacarle el cuerpo al trabajo.
(Carta del Papa Francisco con motivo de la Beatificación)

¿Me siento llamado a salir como lo hizo el Pueblo de Israel de Egipto, cruzando el Mar Rojo, como lo hizo Jesús saliendo del Padre y como lo hizo Brochero de su despacho parroquial? Como Moisés, Brochero llevó a su pueblo por las Altas Cumbres para hacer los Ejercicios Espirituales en Córdoba y así encontrarse con el mismo Dios que libera de la esclavitud y el pecado. ¿Cuáles son mis esclavitudes? ¿Qué me impide ir al encuentro del Dios de la libertad?
¿Hacia quiénes, a qué lugares lugares, Dios me llama a salir? ¿Cuáles son los “enemigos del alma” que me impiden salir? ¿Qué puertas debo abrir? ¿Qué puentes debo construir?

¿A quiénes me llama Jesús a servir? Imaginar algunas personas a las que el Señor me invita a lavar los pies. ¿Qué les digo? ¿Qué le digo a Jesús que lava los pies a sus discípulos? ¿A quiénes lava Jesús los pies hoy?

Petición
Señor, en el momento culminante de tu vida quisiste darnos ejemplo de servicio, enséñanos a servir a nuestros hermanos, especialmente a los más pobres.

Examen de la oración
¿Cómo me fue? ¿Qué sentimientos tuve? ¿Estuve consolado en paz, movido a al bien, a tener más fe y esperanza? O por el contrario ¿me sentí desolado, impaciente, angustiado, sin paz ni esperanza, con una visión negativa de lo que me ocurre? ¿Qué pensamientos acompañaron a estos sentimientos? ¿Estuve distraído? ¿Qué tipo de distracciones tuve? ¿Algunas distracciones se repitieron?

Consignas para el día
- Organizar el día
- Vivir en la presencia de Dios
- Leer el Evangelio
- Leer alguna vida de santos
- Participar de las ceremonias de Semana Santa
- Dedicar tiempo a la oración

Viernes Santo
Reconociendo a Dios y reconociendo el mal
La cruz de Jesús es la más clara evidencia del amor que Dios tiene a la humanidad y, al mismo tiempo, de la existencia del mal. Es bueno reconocer el amor de Dios en nuestra historia personal que se manifiesta cada día. Asimismo deberíamos ser capaces de reconocer ese misterio del mal que está también en nosotros. Discernir es reconocer la presencia de Dios para aceptar sus inspiraciones y el misterio del mal en nuestra vida para rechazarlo con decisión.
San Ignacio de Loyola es maestro de discernimiento espiritual. Podemos pedir al Señor que por su intercesión nos conceda esta importante gracia para poder vivir en paz.

El examen de conciencia
El examen cotidiano de mi conciencia es un momento privilegiado para encontrarme con Dios presente y que trabaja en mi vida. San Ignacio propone cinco puntos:
1. Dar gracias a Dios por los beneficios recibidos. ¿En qué circunstancias del día, o en quiénes he encontrado a Dios que trabaja por mí?
2. Pedir gracia para conocer mis fallas y pecados, y gracia para rechazar todo aquello que me aparta de Dios. ¿Qué situaciones, conversaciones, reacciones, personas me han apartado de Dios? ¿Cómo he usado mis palabras, mis talentos, mis recursos?
3. Con la mirada de Dios, recorrer el día teniendo en cuenta las palabras que escuché y que pronuncié, mis acciones y las acciones de los demás. Es bueno detenerse en algunas palabras o acciones o encuentros con personas que me provocaron algún sentimiento en especial. Por ejemplo de paz, alegría o por el contrario de enojo, angustia, etc.
4. Pedir perdón a Dios por mis faltas.
5. Proponer enmienda con su gracia o pedir alguna gracia particular que necesito. Termino rezando un Padre Nuestro.

Como actúa Dios, como actúa el mal espíritu
Dios y el tentador actúan en mí dependiendo de la situación existencial en la que me encuentro. Por ejemplo, si deseo crecer en el seguimiento de Cristo tratando de vivir el Evangelio, Dios me da ánimo y fuerzas, consolaciones, buenas inspiraciones y quietud, facilitando y quitando impedimentos, para que siga obrando bien. Mientras que es propio del mal espíritu morder, entristecer y poner impedimentos inquietando con falsas razones, para que no pase adelante.
En cambio, si me encuentro alejado de Dios, el tentador propone placeres aparentes para mantenerme en mis vicios y pecados perdiendo aún más mi libertad. En esta circunstancia, el buen espíritu me ayuda a razonar y remuerde mi conciencia, entristeciéndome por el mal hecho a los demás y a mí mismo.

El sufrimiento de Jesús
Petición. Señor, en ésta, tu hora más dolorosa, la hora de las tinieblas, te pedimos poder acompañarte y acompañar a aquéllos que más sufren. Amén.

Del profeta Isaías (52,14; 53, 1.3-8)
Así como muchos quedaron horrorizados a causa de él,
porque estaba tan desfigurado
que su aspecto no era el de un hombre
y su apariencia no era más la de un ser humano
¿Quién creyó lo que nosotros hemos oído
y a quién se le reveló el brazo del Señor?
Despreciado, desechado por los hombres,
abrumado de dolores y habituado al sufrimiento,
como alguien ante quien se aparta el rostro,
tan despreciado, que lo tuvimos por nada.
Pero él soportaba nuestros sufrimientos
y cargaba con nuestras dolencias,
y nosotros lo considerábamos golpeado,
herido por Dios y humillado.
Él fue traspasado por nuestras rebeldías
y triturado por nuestras iniquidades.
El castigo que nos da la paz recayó sobre él
y por sus heridas fuimos sanados.
Todos andábamos errantes como ovejas,
siguiendo cada uno su propio camino,
y el Señor hizo recaer sobre él
las iniquidades de todos nosotros.
Al ser maltratado, se humillaba
y ni siquiera abría su boca:
como un cordero llevado al matadero,
como una oveja muda ante el que la esquila,
él no abría su boca.
Fue detenido y juzgado injustamente,
y ¿quién se preocupó de su suerte?
Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes
y golpeado por las rebeldías de mi pueblo.

El sufrimiento de Brochero
“Cuando yo pude servir a la humanidad me conservó íntegro y robustos mis sentidos y potencias; hoy que ya no puedo me ha inutilizado uno de los sentidos del cuerpo.  En este mundo no hay gloria cumplida, y estamos llenos de miserias.
Sin más, salude a mis pocos amigos, que supongo me han quedado.” (Carta a Romualdo Recalde)
“Pero es un grandísimo favor que me ha hecho Dios Nuestro Señor en desocuparme por completo de la vida activa, y dejarme con la vida pasiva, quiero decir que Dios me da la ocupación de buscar mi último fin y de orar por los hombres pasados, por los presentes y por los que han de venir hasta el fin del mundo.” (Carta del P. Brochero al Obispo Yañiz Martin)

¿En qué personas veo hoy desfigurado el rostro de Jesús? ¿Soy capaz de tocar la carne de Cristo en el que sufre y necesita el amor de Dios? ¿Qué hago de frente a mi sufrimiento o al sufrimiento de las personas queridas? ¿Encuentro sentido en mis sufrimientos? ¿Sé cargar con la cruz por tener las mismas opciones y preferencias de Jesús?
¿Qué hecho, qué hago, qué haré por Cristo?

Examen de la oración como explicado el Jueves santo.

Sábado Santo
En silencio con María
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: “Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos”. (Lc 2, 34-35)
María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. (Lc 2, 19)

¿Sé hacer silencio para meditar la Palabra de Dios? ¿Conservo lo que el Señor me dice en mi corazón o su Palabra es como la semilla que cae entre las espinas de mis preocupaciones que la sofocan?

Oración de Brochero
“Porque desde hoy queremos amar a tu Hijo para devolverle amor por amor. Si tú nos ayudas Madre nuestra, no nos ha de costar el amor a tu Hijo que tanto nos amó  y es tan digno de ser amado. Si amamos a los autores de nuestros días, a nuestros hermanos, a nuestros parientes, a nuestros amigos y bienhechores, ¿cómo no amaremos a nuestro Salvador divino? “
(Plática del P. Brochero sobre la Última Cena de Jesús)

Domingo de Pascua
En misión con Jesús y con Brochero

Petición. Te pedimos Señor, la gracia de la alegría y de la paz que son frutos de tu Resurrección. Que tu gozo nos comprometa a salir en misión contigo y con el P. Brochero. Amén.

Evangelio según San Lucas (Lc 24, 5-8.10-11)
«¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en Galilea: “Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día”». Y las mujeres recordaron sus palabras.
Ellas contaron todo a los Apóstoles, pero a ellos les pareció que deliraban y no les creyeron.

“Hoy se acabaron las penas, se acabaron los afanes, porque ha resucitado el Salvador triunfante y glorioso.” (Plática del P. Brochero sobre la resurrección de Cristo)

“Creyendo y esperando cuanto cree y espera nuestra Santa Madre Iglesia en cuya fe nací, he vivido y protesto morir, defendiéndola y enseñándola con mi palabra y ejemplo…” (Testamento del P. Brochero)

Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, la que nos gloriamos de profesar en Jesucristo nuestro Señor. (Ritual del Bautismo)

¿Dónde busco al Señor? ¿Qué palabras del Señor recuerdo? ¿Cómo vivo mi fe bautismal y mi pertenencia a la Iglesia? ¿Me siento parte de un cuerpo vivo o de una especie de club social?
Jesús viene a consolar sus amigos, no los abandona. ¿Me dejo consolar por El o prefiero llorar encerrado en mis amarguras? ¿Soy capaz de consolar, animar, dar una palabra de aliento y esperanza?

¿Cómo seguir?
Durante estos días hemos escuchado la palabra del Señor, hemos experimentado su vida, su presencia de Resucitado en medio nuestro. Como las mujeres del Evangelio, como Brochero, nos impulsa a salir el amor de Dios que nos urge.
Sería bueno que todo esto no fuera solo un sentimiento y que se concretara en lo cotidiano de nuestras vidas. Fijar algún programa de vida nos puede ayudar a vivir la vocación de cristianos.
- Establecer un tiempo para el examen cotidiano y la oración
- Frecuencia para recibir el perdón sacramental
- Si es posible, buscar a alguien que me acompañe espiritualmente
- ¿Cómo vivo mi fe en mi comunidad? ¿Qué tipo de servicio puedo dar?
- ¿Cómo tener presente el amor preferencial de Jesús por los más pobres?
- ¿Hay algo en especial que Dios me ha revelado con respecto a mis relaciones familiares y laborales? ¿Hay algo que tengo que cambiar?

Dejemos que el Cura Brochero entre hoy, con mula y todo, en la casa de nuestro corazón y nos invite a la oración, al encuentro con Jesús, que nos libera de ataduras para salir a la calle a buscar al hermano, a tocar la carne de Cristo en el que sufre y necesita el amor de Dios. Solo así gustaremos la alegría que experimentó el Cura Brochero, anticipo de la felicidad de la que goza ahora como beato en el cielo. (Carta del Papa Francisco con motivo de la Beatificación)

miércoles, 9 de marzo de 2016

Oración al comenzar el Año Académico


Esta es la oración que hice en la inauguración del Año Académico 2016 en la Universidad Católica de Córdoba
Dios Padre de Misericordia, te damos gracias porque nos concedes vivir un nuevo año lleno esperanza, con muchas oportunidades y desafíos.
Te pedimos contemplar nuestro mundo roto con tu mirada llena de ternura y de compasión, esa mirada que reconstruye y sana. Que estemos atentos a tus llamadas, que podamos responder a los desafíos de nuestra Patria, especialmente en los más necesitados.
Danos la sabiduría del diálogo. Un diálogo que requiere como condiciones: honestidad intelectual, benevolencia y el valor para cambiar nuestra posición si la búsqueda de la verdad así lo exige.
Que, en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, sepamos construir puentes de diálogo y reconciliación, entre nuestra comunidad académica y nuestra sociedad comenzando por nuestra propia casa.
Enséñanos a caminar con y como Jesús, con los hombres y mujeres de nuestro tiempo que, como los discípulos de Emaús, se alejan desanimados y frustrados porque no pueden encontrar el significado de la historia que viven. Enséñanos a andar tus caminos que pasan por la Cruz para llegar a la Resurrección. Que no busquemos los atajos del eficientismo,  la inmediatez y la superficialidad.
Te damos gracias, Jesucristo, Señor de la historia, porque desde hace 60 años caminas con nosotros en la Universidad Católica de Córdoba. Te damos gracias por los jesuitas, docentes, investigadores, personal no docente, graduados y estudiantes que no tuvieron miedo a soñar en grande. Recordamos también con gratitud a los benefactores que creyeron en este sueño.
Danos la gracia de seguir construyendo tu reino en cada aula, en cada despacho, en cada laboratorio, en cada rincón de esta casa y, sobre todo, en cada corazón.
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén

jueves, 3 de marzo de 2016

De regreso en Córdoba


De regreso en Córdoba



Soy José Funes, jesuita astrónomo, egresado de FaMAF, con formación filosófica y teológica. Después de haber dirigido el Observatorio Astronómico del Vaticano por 9 años, estoy de regreso en Córdoba e incorporado como docente e investigador a la Universidad Católica de Córdoba en la Facultad de Filosofía y Humanidades. 
Por mi formación académica estoy interesado en el diálogo interdisciplinar, en particular en lo que se refiere a ciencia y religión.

A continuación describo brevemente dos proyectos de mi interés.
Estos proyectos están detallados para estudiantes de grado en las entradas del blog:  


1. La búsqueda de otros mundos plantea la cuestión de la vida extraterrestre
Ésta es una constante en la historia del pensamiento filosófico y científico.
Es importante abordar la cuestión de la pluralidad de los mundos desde un punto de vista científico, histórico y filosófico. Un punto muy delicado en la historia de la idea de la pluralidad de otros mundos es el pensamiento de Giordano Bruno.  Creo que una tarea pendiente es la de distinguir los aspectos científico, filosófico y teológico de la cuestión. ¿Podría ser éste el momento para intentar una revisión histórica que ayude a entender con serenidad los diversos componentes de este complejo caso que ha dejado tantas heridas abiertas?
La búsqueda científica de vida inteligente extraterrestre plantea preguntas que requieren una reflexión multidisciplinar cuidadosa. ¿Qué es la vida? ¿Cómo se originó? ¿Cómo describir un ser inteligente? ¿Y un ser espiritual? ¿Qué es una civilización? ¿En qué principios se basa? ¿Debemos tener en cuenta los problemas éticos de nuestra investigación espacial? ¿Somos la primera y única civilización tecnológicamente avanzada en la historia del universo? ¿Qué podemos aprender de los éxitos y fracasos de nuestra especie?
¿Cuáles serían las contribuciones que el pensamiento filosófico y religioso podría dar a estas preguntas?

2. La escatología científica y sus implicaciones antropológicas y teológicas
La cuestión sobre el final del cosmos es uno de los grandes interrogantes que la humanidad se ha puesto a lo largo de los siglos y que son transversales a todas las culturas. 
Algunos temas de mi interés son:
- El tiempo cosmológico y el tiempo antropológico
- Realismo científico y realismo cristiano
- Ciencia y significado 
- Cosmología y escatología
- Principio antrópico y escatología